Fumar es cada vez menos popular en Estados Unidos: solo uno de cada nueve adultos estadounidenses reportó haber fumado un cigarrillo en 2022, la tasa más baja desde que se tienen registros, según datos publicados el jueves.
Una encuesta de más de 27,000 estadounidenses realizada el año pasado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) determinó que el consumo de cigarrillos siguió disminuyendo y se situó en 11.3% en 2022, en comparación con 12.6% en 2021.
Mientras tanto, el uso de cigarrillos electrónicos creció del 4.7% al 5.9%.
En 2020, 30,8 millones de adultos estadounidenses fumaron, según una estimación de los CDC, con una tasa de 14.1% entre los hombres y de 11% entre las mujeres.
El hábito de fumar ha ido decayendo en Estados Unidos desde hace varias décadas, en parte debido a las políticas gubernamentales contra el tabaquismo, que causa cáncer y enfermedades cardiovasculares.
A pesar de la baja, fumar cigarrillos sigue siendo la causa número uno de enfermedades y muertes prevenibles en Estados Unidos, según los CDC.