En toda guerra hay unidades que se distinguen y otras que se convierten en símbolos del fracaso.
Es el caso del Regimiento de Paracaidistas 331 de Rusia, que tenía grandes esperanzas de destacar en la invasión contra Ucrania, pero ahora representa el desmoronamiento del plan del Kremlin de impulsar una guerra con un final rápido.
El oficial al mando del regimiento, el coronel Sergei Sukharev, fue asesinado en territorio ucraniano el 13 de marzo y recibió póstumamente la medalla de Héroe de la Federación Rusa.
En su funeral, el viceministro de Defensa, el general Yuri Sadovenko, dijo que el coronel «vivía para el futuro, para el futuro de nuestro pueblo, un futuro sin nazismo».
Las bajas entre las fuerzas rusas no se informan ampliamente en dicho país, pero utilizando información de fuentes abiertas, la BBC ha reconstruido la historia de su avance y descubrió que al menos otros 39 miembros del Regimiento 331de élite han muerto
Los hombres formaban parte de una columna que avanzó hacia Ucrania desde Bielorrusia, encabezada por las fuerzas aerotransportadas de Rusia, conocidas por el acrónimo VDV. Su objetivo era avanzar hacia la capital, Kiev.
La movilización se estancó en los distritos de las afueras de Kiev, como Bucha, Irpín y Hostómel, en donde pronto se manifestó la crueldad de la guerra.
Los elegidos
Los hombres del Regimiento 331 se consideraban a sí mismos como los elegidos del ejército ruso. En un video publicado en línea en mayo pasado, un general les dice a los soldados que son «lo mejor de lo mejor».
La unidad sirvió en los Balcanes, Chechenia y la intervención rusa de 2014 en la región de Dombás en Ucrania, y participaba regularmente en los desfiles de la Plaza Roja en Moscú.
El 331 también fue una vitrina de la política rusa de reemplazar a los soldados del servicio nacional con contraktniki, quienes eran profesionales bajo contrato.
Es comprensible que los generales les dieran un papel importante en la invasión.
Las muertes
Pero desde principios de marzo, comenzaron a circular informes de muertes de miembros del Regimiento 331. Además, tomó tiempo llevar sus cuerpos a Kostroma, la comunidad donde tienen su sede, 300 kilómetros al noreste de Moscú.
Cuando comenzaron los funerales, se desarrolló un debate en redes sociales. Los muros de VKontakte, el equivalente ruso de Facebook, prometían «memoria eterna» a los caídos y presentaban imágenes de velas.
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