Esta semana, el Ministerio de Educación anunció el Premio Nacional de Periodismo 2022, otorgado de forma merecida y justa al extraordinario Bonaparte Gautreaux Piñeyro, por su destacada trayectoria en los medios de comunicación, décadas de aportes invaluables al periodismo y al fortalecimiento de la institucionalidad y la democracia.
Este galardón, entregado por el Ministerio de Educación y el Colegio Dominicano de Periodistas, es un acto de justicia, pues el oriundo de La Romana, elegido de manera unánime por los miembros del jurado, se constituye como un estandarte de la ética periodística, de la nobleza de esa profesión y de la pasión de informar, educar y entretener a la población y a la sociedad dominicana en su conjunto.
Tal como dijera el ministro de Educación, Roberto Fulcar, la trascendencia de la trayectoria de Kabito es merecedora de un reconocimiento que dignifica al periodismo dominicano, “pues el nuevo Premio Nacional de Periodismo es reconocido por sus grandes aportes al ejercicio profesional ético y en defensa de la democracia dominicana”.
Periodista y abogado por la Universidad Autónoma de Santo Domingo, fue servidor público, en calidad de cónsul en La Guaira, Venezuela, así como viceministro de la Presidencia del gobierno constitucionalista que encabezó el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó. Ha sido, en pocas palabras, un auténtico patriota.
Entre sus publicaciones más conocidas están los ensayos sobre el origen del merengue y la narrativa nacional; autor de Cuentos del Abuelo Julio, La ciudad clandestina y los secretos del General y de la novela Al final del arco iris, publicada en el año 1982. También ha sido premiado por sus cuentos “A partir de esta noche” y “Sonámbulo”.
Un hombre de letras, cultura e historia viva, dirigió el suplemento “Cultura” de El Nacional. Ha sido y tengo la certeza, seguirá siendo hasta el último día de su vida, un vocero de las mejores causas, un trabajador incansable por la excelencia del periodismo, el que fuera para Gabriel García Márquez, “el mejor oficio del mundo”.
El Premio Nacional de Periodismo, consagrado en el decreto No.74-94, del 28 de marzo del 1994, no pudo caer en mejores manos para este año 2022, donde ya visualizamos una nueva era post pandemia, honrando a nuestras gloriosas plumas del periodismo, como Bonaparte Gautreaux Piñeyro.
Sé que mis padres, desde el cielo, deben sentirse muy felices por tan merecido reconocimiento para Kabito. Su amistad va desde muy lejos, arraigada desde las luchas por la constitucionalidad en 1965, y luego por la vuelta a la democracia en 1978 y 1982. En lo personal, he tenido el honor de continuar esta relación familiar con don Bonaparte y su distinguida familia. Enhorabuena.
Orlando Jorge Mera
Deja una respuesta
You must be logged in to post a comment.