Los dominicanos sabemos que contar con una Policía Nacional que realice un trabajo eficiente y honesto es un punto de partida esencial para controlar la delincuencia común y el crimen organizado, que tanta intranquilidad y temor nos causan.
Sabemos que en los tiempos modernos la delincuencia ha persistido como una peste gobierno tras gobierno, jefatura tras jefatura de la PN, y que en las encuestas ha salido durante muchos años como uno de los principales problemas que afectan nuestro sosiego.
Ahora, por fin, se están dando pasos muy concretos y efectivos hacia la reforma y modernización, un cambio policial basado en los siguientes pilares:
1) La determinación y la ya conocida capacidad de trabajo del presidente Luis Abinader, empleadas para que esta vez la anhelada transformación de la PN sea una realidad sin marcha atrás.
2) Mejoramiento de las condiciones de vida y de trabajo de los efectivos, que incluyen duplicación del sueldo mínimo y mejoras en otros niveles, y sustanciales incentivos y beneficios que favorecen a todos los integrantes del cuerpo y a sus dependientes, entre ellos el seguro Premium del Senasa, uno de los mejores del país.
3) Masiva depuración de las filas policiales a todos los niveles, para apuntalar el avance de los cambios esperados en la conducta de los efectivos.
4) Participación de connotados intelectuales y académicos de alta reputación ética, como Roberto Santana, ex rector de la UASD y experto en reforma carcelaria; Servio Tulio Castaños, presidente de la FINJUS, Mukien Adriana Sang, historiadora, y Radhamés García González, ex director de la UASD en Santiago.
También Radhamés Mejía, ex vicerrector de la PUCMM y rector de APEC y la UNPHU, Miguel Escala y Rolando Guzmán, ex rectores de Intec, y el respetado periodista santiaguero Carlos Manuel Estrella, entre otros, a quienes el presidente Abinader asignó la importante tarea de dirigir la reeducación policial.
5) Dar cumplimiento a la Ley para que el período de entrenamiento inicial de los policías sea no menor de 6 meses, y que de manera intensiva reciban nuevos y mayores contenidos de capacitación técnica y educación general.
Anteriormente, y debido a la urgente demanda de alistados, los períodos de capacitación apenas eran de 2 a 3 meses.
6) Tecnificación e instalación de equipos modernos en toda la infraestructura de los departamentos para que puedan realizar más eficientes investigaciones y operaciones.
7) Inicio del patrullaje por cuadrantes, en camino a un control de la seguridad que cree una relación directa entre policías y ciudadanos en sus entornos hogareño y de trabajo, que es condición básica para una efectiva protección de las vidas y bienes de nuestra gente.
El gobierno del presidente Abinader está haciendo su parte. No quiere decir esto que como por ensalmo tendremos una policía sin fallas o que todos sus integrantes estarán actuando siempre como buenos policías.
Pero esos cambios enumerados, y otros no menos importantes que por razones de espacio no citamos, son un formidable punto de partida que entre todos impulsemos este cambio tan importante
Como lo están haciendo los académicos, deben prestar su cooperación los partidos políticos, gremios empresariales, profesionales y sindicales, y la sociedad en su conjunto.
La Policía Nacional está cambiando, hagamos cada uno nuestro aporte a este desafío de todos.
Por Nelson Marte
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