Forbes Centroamérica
El contacto con la naturaleza se potenció como una de la experiencias más buscadas por los turistas de lujo tras la pandemia. En ese sentido, la oferta turística de Costa Rica, basada en ecoturismo y playas, tiene una oportunidad valiosa para dar celeridad al ritmo de recuperación del sector turismo.
Según datos del Instituto Costarricense de Turismo (ICT), el año pasado el ingreso de divisas por turismo sumó 1,533.8 millones de dólares(mdd), un crecimiento de 15.8% respecto de 2020, pero aún por debajo de los 3,980.1 mdd que ingresaron en 2019, por este concepto. Con todo, el turismo sigue siendo el principal generador de divisas, por encima de las exportaciones de banano y piña, por ejemplo.
Costa Rica cuenta al menos con 62 hoteles de cinco estrellas que suelen seducir a los viajeros con alto poder adquisitivo que gustan de hospedarse en las mejores suites, y cuyo ticket promedio de gasto se calcula en más de 35,000 dólares.
Hoteles de Playa como el Four Seassons tiene una tarifa de entre 5,000 y 16,000 por noche. Mientras que algunas ofertas hoteleras en las montañas, con opciones de deportes extremos, llegan a costar 2,500 dólares, es el caso del Springs, que además cuenta con piscina de aguas termales.
Costa Rica es un destino “con múltiples actividades al aire libre, sin aglomeraciones, sostenible y seguro, en cumplimiento de estrictos protocolos de bioseguridad implementados por todos los subsectores turísticos”, destaca el gerente general del ICT, Alberto López.
Para el arquitecto Luis Mora, en este momento los hoteles de lujo deben concetrarse en la personalización de las experiencias y en explotar la relación con su entorno inmediato: natural, físico, social, cultural, histórico y climático. Sin pasar por alto la importancia de los espacios de coworking.
El empresario Bary Roberts, especialista en turismo sostenible, comenta que el viajero con alto poder adquisitivo quiere experimentar y explorar los atractivos del destino pero con las comodidades y servicios que se ajustan más a su estilo de vida.
Menciona que este tipo de turista suele viajar en vuelos privados, buscar pequeños hoteles boutique de lujo en lugares exóticos, con servicios gastronómicos del más alto nivel, a fin de obtener experiencias extraordinarias y únicas, y ahora más que nunca, teniendo acceso a las últimas tecnologías de comunicación.
El CEO de Cayuga Collection (hoteles Aguas Claras, Kurá, Arenas del Mar y Senda), Hans Pfister no tiene duda: por lo que pagan más los turistas ahora es por las experiencias únicas acompañadas del servicio de clase mundial, y en el caso de Costa Rica, el ecoturismo de lujo es una de las razones para arribar al destino. “Los turistas en general creen que el ecoturismo es un factor diferenciador y las experiencias reales también”.
No obstante, señala el reto en el camino hacia la recuperación del turismo en el país, tras las restricciones de la pandemia: “Los turistas perdieron la confianza y hay que ganar de nuevo esa tranquilidad del consumidor”.
Alberto López del ICT recuerda además que el posicionamiento de Costa Rica dentro del mercado de los Estados Unidos “es muy positivo y mucho mejor que la del resto de países de la región. Asimismo, la marca país en cuanto a ecoturismo, turismo de bienestar, surf y parques nacionales, es una de las cinco más fuertes del mundo”.
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