Pero les advierte que «tengan cuidado con su lengua»
«Yo no diría que a las suegras se las ve como si fueran el diablo, pero es cierto que se las trata peyorativamente». El papa a su vez alertó del «pecado más feo» que cometen las suegras.
El papa Francisco abordó un histórico conflicto este miércoles (27.04.2022), cuando defendió a las suegras, a las que definió como víctimas de «clichés» triviales, aunque las instó a «prestar atención a [su] lenguaje» en la relación con sus nueras.
Durante su audiencia general en la plaza de San Pedro, dedicada a la relación entre generaciones, el pontífice hizo una larga digresión sobre «el personaje mítico» de la suegra.
«Yo no diría que a las suegras se las ve como si fueran el diablo, pero es cierto que se las trata peyorativamente. Pero la suegra es la madre de tu marido y la madre de tu mujer», recalcó.
«Decimos que la suegra, cuanto más lejos esté, mejor. Pero no, es madre, es una anciana. Una de las cosas más bonitas para una mujer es tener nietos. Cuando los hijos tienen niños, ella vuelve a vivir», continuó el papa argentino, de 85 años.
Jorge Bergoglio también hizo advertencia a las nueras. «Cuiden sus relaciones con sus suegras. A veces son un poco especiales, pero han dado nacimiento a su cónyuge», comentó.
«Tengan cuidado al expresarse»
Y finalmente a las suegras, Francisco les hizo esta advertencia: «Tengan cuidado al expresarse. [Las desviaciones] del lenguaje son uno de los pecados más feos de las suegras».
También explicó que «la juventud se revela capaz de dar de nuevo entusiasmo a la edad madura» y que» la vejez se descubre capaz de reabrir el futuro para la juventud herida» y ante ello insistió en la importancia de «una alianza de las generaciones».
En esta ocasión, el papa pidió perdón por haber presidido la audiencia general sentado, por hallarse muy debilitado por los dolores de rodilla que le obligaron a cancelar recientemente varias citas.
«Les pido perdón porque los voy a saludar sentado», dijo al final de la audiencia. «Esta rodilla tarda en sanar y no puedo quedarme de pie por mucho tiempo. Me disculpo, gracias», agregó entre aplausos.
Francisco, que en marzo inició su décimo año de pontificado, sufre un dolor agudo en la rodilla derecha, que le ha impedido recientemente participar en determinados actos.
El papa dijo la semana pasada al diario argentino La Nación que trataba su dolor, debido a la ruptura de un ligamento, con hielo y analgésicos.
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