Desordenada y torpe retirada de Leonel

A lo largo de la última escalada de la problemática provocada por los haitianos, el expresidente Leonel Fernández ha mantenido posiciones sinuosas, en las que se lo observa renuente a fijar una posición de firme defensa de la soberanía nacional.

Da declaraciones casquivanas, y hasta cantinflescas, diría yo de no ser porque podría ofender la memoria de don Mario Moreno, el que fuera insigne latinoamericano.

Leonel Fernández está en su laberinto y no encuentra salida, está en la peor encrucijada de su vida política. Cree dar un paso adelante, cuando se le observa caminando de reversa a lo que es el interés nacional.

La política coherente e innovadora del presidente Luis Abinader frente al último conflicto creado por Haití, respaldada en las encuestas por más del 80% de los ciudadanos, y que muestran a un Leonel frisado y bajando, en la preferencia popular lo han llevado a cometer un error aún más grave.

En una reciente declaración ha hablado de “unidad” por la soberanía, al tiempo que cuestiona las correctas políticas de Abinader, ya refrendadas por la mayoría del pueblo.

Alguien debería decirle que su llamado “a no perder territorio fronterizo” es la revelación de que gastó su gracia de encantador de serpientes y que, por el contrario, esa declaración le airea el subconsciente reconociendo en los hechos el éxito de las políticas y la continuidad de Luis Abinader, con la agravante de que el pobre hombre al parecer ni siquiera lo percibe.

Retroceder de su negativa a unirse al Pacto de Nación frente a las provocaciones haitianas y hablar de soberanía sin reconocer que se colocó de espaldas a la posición de la mayoría del pueblo, es una torpe manera de retirarse desordenadamente del debate.

Retirarse sin hacer ajustes a posiciones que lo han convertido en “virtual abogado” de los intereses haitianos, conforme las lecturas de la prensa del vecino país, que hace su antiguo defensor Vincho Castillo.

Leonel tal vez ni siquiera advierta que actúa como el comandante de tropas que por miedo o incapacidad se retira desordenadamente de la batalla sin adoptar las previsiones para preservar a la mayoría de sus fuerzas.

Debería Leonel recordar que no está solo en el debate, y que mientras él tiene entre sus antecedentes ser el presidente que abrió las puertas a la entrada masiva e ilegal de haitianos, en sus dos últimos gobiernos, documentado está; y que dilató 7 años en promulgar el reglamento de la Ley 295-04 de Migración, ahora se niega a firmar el Pacto de Nación.

Mientras, Luis construye la Verja Perimetral Divisoria, está repatriando haitianos ilegales como nunca se hizo, y puso al Consejo de Seguridad de la ONU y a la comunidad internacional a entender que los problemas haitianos los crearon ellos, y tienen que resolverlos ellos, aunque sea con ayuda internacional/

Porque “no hay solución dominicana a la crisis de Haití”, como ha dejado suficientemente claro el presidente Abinader.

POR NELSON MARTE