Nueva York.- Aun cuando el canciller dominicano, Roberto Álvarez, reconoció las intenciones de apoyo al pueblo haitiano, enfatizó que se necesitan acciones más contundentes por parte de la comunidad internacional, con el fin de reducir el desorden político y social existente en Haití.
El canciller reconoció el liderazgo de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití (MSS, siglas en inglés), la BINUH (siglas en francés), asumido por Kenia, el despliegue de tropas por los países caribeños, el compromiso de Canadá y el aporte financiero y logístico de la República Dominicana e incentivó el esfuerzo internacional en vistas del deterioro de su democracia y el avance de la delincuencia que vive el país.
Durante la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, llevado a cabo ayer, el canciller de la República Dominicana, Álvarez, destacó que la crisis que arropa a Haití es su responsabilidad y que esta ha empeorado por la falta de apoyo oportuno y sostenido de la comunidad internacional.
Garry Conille, primer ministro de Haití, se vio forzado a tomar medidas para reforzar la policía haitiana, por la amenaza en Puerto Príncipe y Artibonito.
El canciller recordó la masacre de Pont-Sondé, triste hecho en el que una banda haitiana ultimó a 115 personas, banda que además es responsable del cierre de un hospital que ofrecía sus servicios a miles de personas.
También expuso la preocupación latente de que esta violencia sobrepase el país y envuelva el territorio dominicano.
Declaró la importancia de celebrar elecciones para dar garantía de estabilidad en Haití, pero reconoció que, bajo las condiciones actuales, no es posible.
En este sentido, el canciller reiteró la propuesta de que la BINUH apoye en la organización del proceso electoral en ese país y aseguró se estará dando seguimiento a las posteriores acciones que sean tomadas.